Los mercados de criptomonedas terminaron la semana bajo una presión significativa, con Bitcoin (BTC) cayendo bruscamente y el sentimiento de los inversores en los activos digitales atenuado por la incertidumbre macroeconómica. Una combinación de flujos poco alentadores en los ETF, comentarios escépticos de la Reserva Federal y una mayor sacudida en los activos de riesgo impulsaron las caídas. Mientras el sector enfrenta la volatilidad, los participantes del mercado observan de cerca tanto los indicadores macroeconómicos como los acontecimientos específicos al mundo cripto en busca de señales de un cambio de rumbo.
Bitcoin sufre una fuerte venta y cae por debajo de los $95,000
Bitcoin, la criptomoneda más grande del mundo, vio caer su precio por debajo de los $95,000, una brusca reversión tras meses de relativa estabilidad y optimismo. Esta caída siguió a un día en el que los activos de riesgo se vendieron de manera generalizada, provocado por el aumento de dudas sobre un recorte de tasas de la Reserva Federal anticipado para diciembre. La cautela de los inversores se hizo sentir en los mercados financieros; el Nasdaq cayó un 1.74%, mientras que el S&P 500 cerró con una baja del 1.37%.
La caída de Bitcoin fue significativa tanto en términos porcentuales como psicológicos. El jueves, BTC cayó un 1.87%, y el impulso bajista se aceleró el viernes por la mañana. Este movimiento alejó aún más a la criptomoneda de sus máximos recientes y señaló el regreso de la volatilidad que recuerda a ciclos anteriores. Aunque los mercados cripto son conocidos por sus grandes oscilaciones, la caída por debajo de los $95,000 fue especialmente notable dada la amplia expectativa de una fase alcista sostenida tras la aprobación de los ETF a principios de año.
Comentarios de la Fed y perspectiva macro cambian el ánimo del mercado
El renovado pesimismo en las criptomonedas y los activos de riesgo tradicionales tuvo gran parte de su origen en el cambio de expectativas sobre la política monetaria de Estados Unidos. Los comentarios de funcionarios de la Reserva Federal, especialmente del presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, desempeñaron un papel central. Kashkari expresó públicamente sus dudas sobre la posibilidad de otro recorte de tasas e incluso reveló que no había apoyado la reducción anterior, subrayando la creciente preocupación del banco central por los datos incompletos debido al cierre parcial del gobierno en curso.
Durante mucho tiempo, la anticipación del mercado era que la Fed reduciría las tasas en diciembre, un factor que había respaldado no sólo a las acciones, sino también a refugios alternativos como el oro y los activos digitales. Sin embargo, las últimas actualizaciones de la herramienta CME FedWatch mostraron una rápida recalibración: al 13 de noviembre, la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos bajó al 51%. Esto fue una caída desde el 63% del día anterior y una baja impresionante desde más del 95% que se esperaba hace un mes. Este rápido cambio en las expectativas desató movimientos defensivos por parte de los inversores, resultando en una venta generalizada de activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.
Los ETF de Bitcoin experimentan salidas históricas
El cambio en el tono macroeconómico tuvo efectos inmediatos en los vehículos de inversión específicos de las criptomonedas. En particular, los fondos cotizados en bolsa de Bitcoin (ETF) sufrieron su segundo peor día en términos de salidas netas. Los proveedores de ETF enfrentaron cerca de $870 millones en rescates, ya que tanto inversores institucionales como minoristas buscaron refugio ante la creciente volatilidad. Esta enorme salida prepara el terreno para una tercera semana consecutiva de flujos negativos en los ETF de Bitcoin, una racha no vista desde el periodo febrero-marzo, cuando BTC había caído por debajo de los $80,000.
Los ETF de Bitcoin han sido cruciales para ampliar el acceso a la criptomoneda para los inversores mainstream. Durante la primera mitad de 2024, fueron celebrados por atraer miles de millones de dólares al espacio cripto. Sin embargo, este patrón más reciente—destacado por salidas de varios días y una clara aversión al riesgo—sugiere una incertidumbre más profunda que nubla incluso los productos cripto más regulados y accesibles.
Al examinar las cifras subyacentes, vemos que la actividad de los ETF suele reflejar la psicología general del inversor. Aumentos en las salidas suelen anticipar la búsqueda urgente de liquidez y un ánimo de “aversión al riesgo”, mientras que los ingresos tienden a fortalecer el optimismo de los mercados alcistas. Con tres semanas consecutivas de flujos negativos, el sector ha entrado claramente en una fase de reflexión y reajuste del riesgo.
La solicitud de salida a bolsa de Grayscale revela dificultades financieras
Una de las grandes noticias de esta semana fue Grayscale, uno de los mayores gestores de criptoactivos y emisores de ETF del mundo, anunciando su solicitud para una oferta pública inicial (OPI). Los documentos presentados revelaron una situación financiera desafiante: los ingresos cayeron un 20% interanual en los primeros nueve meses de 2024, y los activos bajo gestión (AUM) al 30 de septiembre eran inferiores a los de un año antes. Esto sucedió a pesar de un aumento de casi el 80% en el precio de Bitcoin durante el mismo periodo.
Desde la aprobación y el lanzamiento de los ETF de Bitcoin en Estados Unidos a principios de 2024, el fondo insignia de Grayscale, GBTC, ha experimentado casi $25 mil millones en salidas netas acumuladas. Esta fuga de activos resalta una tendencia más amplia entre los inversores institucionales que han reajustado su exposición o se han alejado del cripto durante periodos volátiles. La solicitud de OPI y las filtraciones financieras correspondientes subrayan la competencia intensificada y la perspectiva incierta incluso para los actores más consolidados en la industria de los activos digitales.
El sector cripto en general se tiñe de rojo, con pocas excepciones
La debilidad no se limitó sólo a Bitcoin o los ETF; la retracción fue generalizada en todo el universo de activos digitales. Todos los principales índices de criptomonedas seguidos por los analistas terminaron el día en negativo, a excepción de los activos del mundo real (RWA), que lograron una modesta ganancia del 1.2%. Las caídas estuvieron lideradas por los mineros de criptomonedas, que se desplomaron un 6.6%, seguidos de cerca por los tokens del ecosistema de Solana (con una baja del 5.9%) y las empresas cripto de base amplia (con una caída del 5.8%).
El bajo rendimiento de las acciones vinculadas a activos digitales es particularmente revelador. Al ser dos de los índices con peor desempeño, las acciones de cripto y los mineros señalan cómo los temores macroeconómicos se están trasladando de las monedas y los tokens a las empresas cotizadas con exposición a activos digitales. En esencia, el actual sentimiento de aversión al riesgo, provocado por la incertidumbre sobre la política de la Fed, afecta a la totalidad del ecosistema cripto, desde los activos subyacentes hasta los productos financieros y las empresas operativas.
El oro resiste mientras los inversores buscan refugios seguros
En medio de la carnicería en las acciones y el cripto, el oro emergió como un refugio relativo. El metal precioso cerró el día casi sin cambios, subrayando su papel tradicional como reserva de valor en tiempos de incertidumbre. En contraste con los movimientos abruptos de Bitcoin y las acciones, la resiliencia del oro ofreció un recordatorio contundente del atractivo persistente de los refugios clásicos, incluso mientras alternativas modernas como el cripto han capturado la imaginación de los inversores en los últimos años.
Esta divergencia entre Bitcoin y el oro es significativa. Aunque a menudo se ha proclamado a Bitcoin como “oro digital”, el episodio reciente ha demostrado que los mercados pueden seguir considerando ambos activos de manera diferente en determinados entornos macroeconómicos. Para los defensores de las criptomonedas, la esperanza sigue siendo que una adopción a más largo plazo y una mayor claridad regulatoria consoliden a Bitcoin como un verdadero refugio alternativo, pero por ahora, las viejas costumbres entre los inversores son difíciles de cambiar.
Sentimiento del inversor y el camino a seguir
Los acontecimientos dramáticos de la semana revelan algunas tendencias claras. Primero, el sector cripto sigue estando profundamente entrelazado con los acontecimientos macroeconómicos globales. Aunque a menudo se promocionan las criptomonedas como independientes de los mercados financieros tradicionales, en la práctica son altamente sensibles a las tasas de interés, el sentimiento de los inversores y los flujos de entrada y salida de los activos de riesgo. En segundo lugar, la proliferación de productos regulados como los ETF ha incrementado tanto el acceso a los activos digitales como el impacto del comportamiento inversor tradicional en el mercado cripto.
De cara al futuro, las perspectivas del sector probablemente dependerán de varios factores:
- La dirección de la política monetaria de Estados Unidos y la claridad de la comunicación de la Reserva Federal
- La salud de los flujos de ETF y si los inversores institucionales vuelven como compradores netos
- La estabilidad financiera de los actores clave, como ha destacado la reciente divulgación de Grayscale
- El desempeño de los activos de riesgo en general, que suele marcar la pauta para mercados secundarios como el cripto
A corto plazo, tanto los alcistas como los bajistas de las criptomonedas estarán atentos a señales por parte de la Fed, indicios de estabilización en los flujos de ETF y signos de un cambio en el sentimiento de aversión al riesgo a apetito por el riesgo. Hasta entonces, la cautela y la volatilidad probablemente seguirán siendo la tónica dominante en los activos digitales.
Conclusión
Esta semana ha servido como un claro recordatorio de las vulnerabilidades del sector cripto ante las fuerzas del mercado más amplias. A pesar de la innovación tecnológica y un ecosistema creciente de productos regulados, Bitcoin y sus pares siguen sujetos a los dictados de la macroeconomía, la política monetaria y la psicología del inversor. A medida que el polvo se asienta y surgen nuevos datos, el sector enfrenta una prueba crucial: ¿será capaz de capear la tormenta actual y posicionarse para un crecimiento renovado, o la incertidumbre persistente generará más salidas e inestabilidad? Las próximas semanas serán reveladoras mientras inversores, analistas y líderes del sector buscan claridad y estabilidad en un escenario que cambia rápidamente.

